Encamine a sus hijos hacia el exito.

2.- Enseñe, no censure.
Si pudiéramos gravar los comentarios que los padres hacen del desempeño de sus hijos, seguramente escucharíamos un alto porcentaje de observaciones negativas lo cual es en verdad lamentable. Peor todavía, las críticas van en ocasiones acompañadas con palabras desdeñosas:”¡Eres un tonto!” “¿Por qué no puedes meterte esto en la cabeza?” “¡Pero que torpe eres!”.
Si a todas horas le dice a su hijo que está plagado de fallas, acabará por creerlo. En todo caso, critique la conducta, no al niño. Cada vez que le indique que algo está mal, explíquele qué está bien. Así un “¡No tornes la pelota de ese modo!” debe ir seguido de un “Sostenla. Con las dos manos contra tu cuerpo”.
Hágale saber siempre lo que usted quiere que haga, no lo que no quiere. Lo último que se le dice a una persona antes de un momento difícil es lo que va a recordar. Ese pensamiento debe llevarla a realizar una acción positiva.
Nota: Recuerdan de una de mis historias en donde les relaté del comportamiento de los padres ante los hijos en un partido de fútbol y que prácticamente los papás querían hacer a un lado a los niños y meterse a jugar ellos y efectivamente utilizaban el lenguaje que se menciona anteriormente.
3.-Determine los punto fuertes de su hijo.
Con demasiada frecuencia, tratamos de moldear a los niños para que sean lo que queremos que sean ó para que les guste lo que queremos que les guste, en lugar de escuchar sus opiniones y de analizar el concepto que tienen de si mismos. Lo primero que le pregunto a un niño es: “¿Que te gusta hacer?, ¿Qué te divierte?, ¿En qué destacas?”, no busco que me hagan una relación de los trofeos que han ganado ni de los logros que han alcanzado; quiero respuestas sencillas, cosas de las que los chicos se enorgullezcan: “Puedo lanzar muy alto la pelota”, “Se me facilita la historia”, “Me gusta cantar”
En ocasiones, las respuestas de los chicos nos ponen sobre la pista de talentos que no habíamos sospechado. El niño que afirma con orgullo que puede pararse sobre un solo pie, quizá nunca sobresalga como beisbolista, pero si se le presenta la oportunidad puede llegar a ser un excelente esquiador.