miércoles, 20 de mayo de 2009

El necio y el sabio.

La vida del necio es peor que la muerte, con el necio no hables demasiado ni vayas con el insensato. Guárdate de él si quieres evitar el fastidio y no te manchará con su contacto.

Apártate del necio y tendrás descanso y no tendrás que sufrir de su necedad. El necio es más pesado que el plomo y no hay otra forma de llamarlo sino necio.

La ciencia del sabio crece como una inundación, y su consejo es como una fuente de vida. El corazón del necio es como un vaso roto que no retiene la sabiduría. El hombre sabio oirá una palabra discreta, la alabará y le añadirá algo mas; pero si la oye el necio mostrará desagrado y no la tomará en cuenta.

La conversación del necio es como carga en el camino, pero en los labios del prudente se halla complacencia. Las palabras del prudente son bien recibidas por la gente y le ponen atención a lo que dice.

En cambio como casa en ruina es la sabiduría para el necio y la ciencia para él es ininteligible. El necio cuando se ríe lo hace estrepitosamente, sin embargo el sabio lo hace de manera discreta.

Los labios de los necios dicen necedades y no tienen peso sus palabras, pero las palabras del sabio si tienen gran peso.
En la boca del necio está su corazón y en la boca del sabio el suyo.

Y tú como quieres seguir viviendo?

Como necio o como sabio.

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